jueves, 26 de marzo de 2015

E.T. EL EXTRATERRESTRE, EL VIDEOJUEGO QUE QUEBRÓ ATARI

En 1982 Steven Spilberg arrasó las taquillas de todo el mundo con la película E.T el extraterrestre y los dueños de Universal Pictures se frotaban las manos por los increíbles beneficios que les produjo el amistoso alienígena. Con un coste de producción de 11 millones de dólares, el film recaudó casi 800 millones de dólares. Visto el éxito sin precedentes muchos quisieron subirse al carro o, mejor dicho, a la nave de E.T. Ese fue el caso de la empresa de videojuegos Atari, pionera y vanguardista en su época, no tardarían en arrepentirse de su trato con Universal y su obsesión por el muñeco de Spilberg.


Atari nunca volvería a ser la misma después de diseñar y programar el videojuego de la película de E.T, ya que una cadena de malas decisiones le llevaron a la ruina. En primer lugar la distribuidora de Spilberg (Universal) negoció muy duramente con los ejecutivos de Atari por una licencia que les fue vendida por 125 millones de dólares del año 1982 (estimados en unos 700 millones de dólares actuales), algo inaudito y una inversión sin precedentes en el mundo de los videojuegos, hasta ese año. Esto no detendría la ambición de los directivos de Atari.


El segundo error de la compañía fue el de poner al cargo del proyecto al joven diseñador, de entonces 25 años, Howard Scott Warshaw. El tercer error de la compañía fue darle a él y su equipo tan solo 4 semanas para desarrollar el título pues los directivos de Atari querían aprovechar la campaña de Navidad de 1982 para vender su juego. 


Las espectativas del público fueron grandes por lo que su asombro fue monumental cuando, los jugadores del 82, vieron el producto desarrollado por la gran Atari. No solo el juego estaba plagado de bugs y tenía un diseño horrible, unos gráficos simples y una música que levantaba dolor de cabeza. El juego es, a día de hoy, considerado por muchos como el peor juego de la historia.

                           

Atari se encontró entonces con el peor problema con el que se había enfrentado la compañía en toda su vida. Más de 5 millones de cartuchos, que nadie quería, esperaban cogiendo polvo en los almacenes de Atari y las deudas llamaban a su puerta. Varios accionistas de Atari se declararon en bancarrota y para hacer frente a las deudas de la compañía tuvieron que cerrar varias de sus empresas.


La compañía pasó de Coloso a no valer nada, Atari se fragmentó y cambió de dueños. Tan mala era la situación de la empresa que para deshacerse de los varios millones de cartuchos que tenían los cargaron en camiones, los llevaron hasta Nuevo México y los enterraron en el desierto.


30 años después un grupo de personas buscó y localizó la ubicación donde los cartuchos fueron enterrados.


                                      
                             



2 comentarios:

  1. Pero que coño es esta mierda de juego, ¿cómo alguien puede tener tan poca vergüenza para querer vender esto?

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    1. Atari pagó con creces el precio debido a su falta de visión.

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